25/3/09

capítulo veinticuatro

Como seres vivos que somos, tenemos una serie de comportamientos que no controlamos y que parecen completamente ajenos a nuestra voluntad. La tos, el parpadeo, etc...Acuden a nosotros sin previo aviso y nos producen pequeñas perturbaciones en nuestro estado de ánimo. Pero también tenemos otros comportamientos que aparecen, no ya cuando nosotros queremos, sino cuando otros los provocan. El rubor, la palidez…el miedo…reflejos irrefrenables y claramente perturbadores que hacen que nos sintamos máquinas, dirigidas y condicionadas.


“Aunque a veces no somos conscientes de los sentimientos que provocamos”-Angelita giraba las ruedas de su silla alternando los movimientos de su mano sana, unas veces sobre un costado y otras sobre el otro. De esta forma, conseguía recorrer un espacio corto de forma recta sin desviarse demasiado.

-¿Quiere que le empuje?-Fred caminaba despacio detrás de la silla, cargado con una bolsa llena de manzanas.

-No gracias, me apaño perfectamente.-Alcanzó la mesa camilla y moviendo la rueda derecha, dio un pequeño giro hasta colocarse de lado, frente al televisor. Giró la cabeza.- Eso tiene pinta de pesar mucho, déjelo en el suelo.-señaló una silla a su lado- ¿por qué no se sienta y descansa un poco?

-Es que no me gusta dejar el negocio sólo- Fred se rascó la coronilla- aunque para la gente que entra…-dejó la bolsa en el suelo y rebuscó en su interior.- Le he traído esto.

-¿La Monda? ¡Qué bien! Es usted muy amable.

-Yo ya la he leído y he pensado que podría distraerle un rato. Disculpe si está un poco estropeada, el perro ha estado jugando con ella.

-No importa- Angelita dejó el periódico sobre la mesa.- ¿De verdad no quiere sentarse? Tengo café. Le aseguro que no muerdo.

-Bueno…pero sólo un rato. –Se sentó y fijó la mirada en el centro del mantel de ganchillo.

-Tengo la sensación de que está usted incómodo por algo.

-No, es sólo que…

-Sí, diga.

-No, que viéndola ahí en su silla de ruedas me recuerda a mi madre…Ella también estaba impedida.

-No se preocupe, tengo gente que me ayuda, y de momento lo llevo bien.

-Pero aún así, le será difícil. Con este calor que está haciendo tiene que sudar mucho con esa escayola. No sé... ¿tiene problemas para ducharse?

-No me asusta el calor, tengo un buen aparato de aire acondicionado- Angelita levantó un dedo hacia el televisor. Encima de él descansaba un mando- Si tiene calor puede subirlo.

-No, yo estoy bien, gracias- Fred empezó a levantarse visiblemente incómodo.- Bueno…me voy antes de que el perro se coma media tienda.

-Por supuesto. No le retengo más, bastante hace por mí. Espero que su mujer no le regañe por dedicarme tantas atenciones.

-No estoy casado- sonrió- de momento no he encontrado a la mujer que me aguante.

-¿Vive sólo? Pues entonces no podrá negarme que le invite a comer de vez en cuando…Marta cocina de maravilla, pero no mide bien las cantidades, siempre sobra como para alimentar a una tropa.

-No quiero que se moleste.

-Pues si no quiere que me moleste tendrá que aceptar. Está decidido. Mañana cuando cierre la tienda se pasa usted por aquí.-Golpeó con la palma sobre la curva de la rueda.- Y traiga a su perro para que nos dé conversación.

Fred no pudo evitar soltar una carcajada.

10 mondas:

Sursum corda! dijo...

Al final será nuestra imaginación, pero espero no ser indiscreto si digo que calor, escayola, silla de ruedas... mmmm.

¿Es nuestra imaginación o es la suya?

c.hoyos dijo...

La imaginación no tiene copyrigth (afortunadamente) y por lo tanto es libre.

Como nunca me han puesto una escayola ni he necesitado una silla de ruedas, no puedo saber lo que se siente...A mi la mezcla de la escayola, la silla de ruedas y el calor me trae la imagen de una figurilla de Roosevelt recién acabada con la frase: "recuerdo de Washington".

Sursum corda! dijo...

Bueno, parece que fue mi imaginación.

A mí la mezcla de silla de ruedas, escayola y calor me recuerda La ventana indiscreta de Hitchcock.

Se puede hacer con gusto de James Stewart con escayola, pero por Grace Kelly y por pocas más.

Me alegro de verla otra vez, fresca como una... mm ¿qué era?

c.hoyos dijo...

Puede que esté buscando pistas, dándole vueltas a la pobre madre impedida...no se obsesione y se vaya a volver loco o algo así.

Sursum corda! dijo...

No no. Pero parecía que usted incluia una referencia cinéfila en cada capítulo. Y en éste me sonaba a La ventana indiscreta.

Por eso le dije que quizá sólo era mi imaginación.

c.hoyos dijo...

Sursum, la incluye, como pista adicional (a a que le he dado antes) le diré que puede que le recuerde a la ventana porque el director es el mismo en ambas.

luigi dijo...

Lo que faltaba, una silla de ruedas (y una permanencia, El Ojo).

Sursum corda! dijo...

c.hoyos:

Por favor, si es "esa" no me gusta. Tengo casi todo Hitchcock pero no Psicosis.

Bueno, en realidad sigo dando vueltas a mi memoria para recordar dónde hay más madres impedidas, locos y tal. Compro una vocal.

c.hoyos dijo...

No necesita vocal. Ha acertado sin recurrir al comodín del público.

Para que vea que no hace falta tener una pelicula en la videoteca si se tiene en la cabeza.

Sursum corda! dijo...

Jaja, pues la he acertado casi por c.hurro.

Siga, por favor. Es ingeniosa.